La historia antigua este mes queda circunscrita, prácticamente, a Historia National Geographic, que nos ofrece una serie de temas francamente interesantes.
Para empezar un buen artículo sobre un cuerpo militar cuya fama, pésima fama, ha alcanzado cotas difíciles de igualar a lo largo de la historia: la Guardia Pretoriana. Más allá del tópico literario y cinematográfico, esta unidad, nacida con fines meramente ceremoniales y que llegó a convertirse en uno de los principales poderes del mundo romano, merece ser estudiada y conocida en profundidad, aunque no sea más que para evitar caer en los mismos errores.
Luego nos habla de los dioses de Mesopotamia, el lugar donde, si no nació la divinidad, sí lo hizo el concepto “moderno” de religión. También la agitada historia del Partenón, desde su construcción hasta que los venecianos –los venecianos, no los turcos– decidieron volarla –no fue ningún accidente– a cañonazos. Todas las naciones han tenido a lo largo de los siglos sus luces y sus sombras, pero la trayectoria de la Serenísima República está plagada de episodios tan oscuros que deberían llevarnos a reflexionar sobre este primer estado genuÍnamente capitalista de la historia.
Para finalizar quizás lo mejor, las fantásticas pinturas de la villa Farnesina, la mansión que Agripa mandó construir junto al Tíber cuando se casó con Julia, la hija de Augusto. Si visitáis Roma no dejéis de ir a verlas al Palacio Massimo a le Terme, nunca las olvidareis.
Y poco más nos queda: una breve nota en Historia de Iberia Vieja sobre los hallazgos romanos en Gijón; y una nueva publicación, Vive la Historia, con una portada rojo sangre dedicada a los crímenes en la historia e ilustrada por un Alejandro Magno a punto de asestar el golpe de gracia a no se sabe bien quien.
A disfrutar leyendo.
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