Si tu hermano es el secretario del emperador y
maneja los hilos de la administración, está claro que te puede colocar en
puestos donde llevar una buena vida, sin rendir cuentas a nadie, por muy travieso que te comportes en tu trato con el mundo. Félix, liberto imperial del emperador Claudio y
hermanísimo de otro liberto más famoso, aprovechó la ocasión y acabó hasta saliendo
en la Biblia.