lunes, 11 de diciembre de 2023

Navidades, esas fechas tan gladiatorias

O anfiteatrales, que lo mismo da. Efectivamente, aunque la mayoría de gente no asocie ambos conceptos (Navidades y gladiatura, o espectáculos de anfiteatro [munera]) la verdad es que estuvieron muy relacionados, tanto por el festival pagano que se celebraba en esas fechas, las Saturnales, como también luego por la propia Navidad cristiana cuando el imperio fue ya cristiano.

Sin miedo al frío

Al ser un espectáculo que se contemplaba al aire libre, sentado en la grada del anfiteatro, solía ofrecerse con más frecuencia cuando la temperatura era más agradable, y efectivamente los anuncios de munera de Pompeya suelen estar fechados en primavera (predominan aprilis y maius), mientras que los colosales juegos que alcanzaban la centena de días (como la inauguración del Coliseo), o que la rebasaban (como los de Trajano de 123 y 117 días), solían ir de mayo a septiembre.

Esencialmente los mismos meses que hoy comprende la temporada taurina, por los mismos motivos meteorológicos.

Sin embargo, mientras que hoy no hay corridas de toros en diciembre y enero, porque uno se quedaría helado en el tendido, los romanos no temían a esas fechas (como entonces no había tantas alternativas para entretenerse, el anfiteatro siempre resultaba una opción atractiva… hoy nos quedamos en casa calentitos viendo una peli y listo). Como señalan los autores de la época, se ponían ropajes de gruesa lana, y con eso ya estaban listos para aguantar las varias horas que duraba el spectaculum.