El otoño ya está aquí, aunque sólo sea nominalmente, y dado que los días son aún largos quizá no sea mala idea planear alguna escapada para disfrutar del patrimonio romano en España. Dentro de este conjunto, los anfiteatros destacan por su poder de evocación. En los mejor conservados, el visitante no requiere hacer un gran ejercicio de imaginación para sentir todavía el eco de los antiguos días de espectáculos.
Los ‘romaniacos’, ‘romadictos’ y aficionados a la Historia en general pueden echar mano a guías como las que incorpora la edición acualizada de "Gladiadores, el gran espectáculo de Roma", cuyo primer capítulo podéis leer aquí. En dicho libro, Alfonso Mañas repasa todos los anfiteatros del país. La visita, si bien recomendable, es posible que sea demasiado ambiciosa para una pequeña escapada, por lo que dichos recintos están agrupados en dos rutas: la de los anfiteatros del norte de Hispania y la de los anfiteatros de la Baetica (Andalucía).
En cada una de las paradas encontraremos en esta obra una descripción con los detalles más relevantes y curiosos. Y, para los que se queden con ganas de más, también se añaden recomendaciones de otro patrimonio romano visitable en las cercanías. Por ejemplo, al hablar del anfiteatro de Córdoba, se sugieren al lector muchos puntos de esa ciudad en los que puede contemplarse su abundante legado romano, destacando el Museo Provincial de Córdoba, donde pueden verse las numerosas lápidas de los gladiadores que lucharon y murieron en la arena cordubensis.
¡Buen viaje!
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