Cada jugador, que empieza la partida con 3 gladiadores, 3 fieras y un puñado de esclavos, deberá escoger con acierto a la hora de invertir en ellos sus sestercios. El objetivo es desarrollar sus habilidades para que salgan vivos y victoriosos de las pruebas que les esperan en la arena. Los ganadores reciben recompensas y premios (¡como las preciadas palmas, que equivalen a 5.000 sestercios!), que pueden invertir para seguir mejorando a sus luchadores. El ganadores será el empresario que atesore más sestercios cuando acaben los combates gladiatorios.
Los interesados en la historia romana van a verse gratamente sorprendidos por el detalle con que están recreados los gladiadores. Los creadores del juego, David Temprano y Luis Valleagudo, han contado con el asesoramiento de Alfonso Mañas, estudioso de este tema y autor de “Gladiadores: el gran espectáculo de Roma” (2013). "Como investigador en gladiatura había reflexionado muchas veces sobre lo poco que habría costado que todas esas películas, series, libros, y juegos hubiesen mostrado una imagen correcta de los gladiadores; solo habrían tenido que asesorarse adecuadamente. Me preguntaba si es que a nadie de los que habían producido esas obras les importaba lo más mínimo el rigor histórico", afirma Mañas.
David Temprano (izq.) y Luis Valleagudo flanquean a Alfonso Mañas |
Obviamente, la necesidad de plasmar este mundo en un juego de mesa ha requerido algunas licencias. Algunas proceden de la propia concepción del juego y tienen que ver principalmente con la inclusión de animales salvajes en las escuelas gladiatorias. Otras licencias se originaron en el banco de pruebas, como la creación de un equipo de funambulistas luchadores. Según las fuentes romanas, los petauristae eran un mero entretenimiento que llenaba con sus acrobacias los tiempos muertos entre combate y combate. Sin embargo, esta versión de bomberos-toreros de la Antigüedad ha sido incluido como uno de los equipos a elegir en el juego básico debido al elevado número de testadores del prototipo que disfrutaban zurrando a gladiadores profesionales con pértigas y látigos.
Estas licencias y otras menores vienen comentadas en el glosario que incluye el juego, con lo que una sesión lúdica puede ser también altamente didáctica. En resumen, con Gladiatoris estamos ante un juego que tanto por temática como por estética un antiguo gladiador podría ver como algo familiar. Después de varios años de elaboración, el juego está disponible en Kickstarter en donde se puede apoyar la edición del proyecto y, también, adquirirse
Muchas gracias por esta magnífica reseña, y por ser tolerante con nuestras licencias: Alfonso Mañas ya se ocupó de eliminar de raíz las más graves, cuyo origen estaba en numerosos datos contradictorios o erróneos encontrados en la bibliografía sobre este tema (se siguen publicando manuales muy poco rigurosos).
ResponderEliminarAlfonso cambió el armamento de muchos gladiadores, y el nombre a todos ellos (ya no hay un "Tracio", ni un "Contrarretiario"). Escéptico al principio, confió ciegamente en las posibilidades del juego en el momento en que se sentó delante del tablero.
Y es que el carácter didáctico es uno de los puntos fuertes que tenemos. Por ejemplo, aprovechamos una fase inicial de "Saludo al Emperador" para explicar precisamente la invención de este saludo tal y como es popularmente conocido. Y, al vencer a un gladiador, realizamos una tirada de "missio" en la que, igualmente, desmentimos el famoso "pulgar hacia arriba".
A nuestro grupo de veteranos, les ha encantado la definición de los Petauristae como "bomberos-toreros". Me parece que van a cargar con ese Sanbenito de ahora en adelante...
El 4º equipo original (amarillo) era el de los Venatores, que justificaba además la inclusión de fieras. Pero uno de los puntos fuertes de Gladiatoris es que, durante estos 7 años, hemos escuchado la opinión de los jugadores que lo han probado. Y las risas que causaban los Acróbatas (un equipo suelto que diseñamos en 2009 como divertimento para una partida concreta, sin armas ni armadura, solo bastones y látigos) les auparon a la caja del juego. Lo que perdieron en el camino fue el uro, que tenían en lugar del actual tigre (por eso el Desultor tiene una habilidad para saltar por encima de las fieras que se llama "salto del uro").
Muchas gracias; espero que podáis disfrutar del juego muy pronto.
David Temprano.
Gracias a vosotros por la atención que habéis brindado al rigor histórico. Hay proyectos que contratan a un asesor histórico para cubrir el expediente, aceptando sólo una insignificante parte de su trabajo. En cambio vosotros habéis puesto mucho trabajo en casar la parte estética y la teórica. Ojalá el éxito culmine estos esfuerzos.
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