Revistas de historia: julio de 2016

Para empezar, la vinculación de Julio Cesar con Hispania y la importancia fundamental que tuvo en su carrera es un tema que la historiografía anglosajona suele soslayar de forma consciente y habitual, y que Historia de Iberia Vieja nos recuerda en su número de este mes.

Y para concluir, (sí, esto es todo lo que hay en las revistas mensuales :)) Historia National Geographic nunca falta a su cita con el Mundo Clásico. Un interesante artículo expone las vicisitudes del “Canal de los Faraones” (aunque se cree que fue completado por los persas), el primero en unir el Mar Rojo con el Nilo y, a través de él, con el Mediterráneo. Una obra cuya importancia económica y geoestratégica ha sido habitualmente ignorada por los historiadores.

El ocio y la diversión son parte fundamental de la vida humana y, desde luego, de cualquier civilización que se precie de tal. HNG nos cuenta como los juegos de mesa, la música, la caza o tomarse unas cervecitas y unos vinos con los colegas al final de la jornada, eran algunos de los pasatiempos más populares en la antigua Mesopotamia. Aunque quizás habría que decir “desde” la antigua Mesopotamia. También nos habla de las naumaquias, las sangrientas y espectaculares batallas navales que, sin duda, constituyeron uno de los espectáculos más extraordinarios de todos los tiempos.

Pero especial interés tiene, en mi opinión, el artículo dedicado a los sofistas, los maestros de la retórica y la razón en la antigua Grecia. La RAE define sofisma como: “Razón o argumento falso con apariencia de verdad” Esta imagen negativa es la que ha llegado hasta nosotros de quienes fueron los primeros en considerar al “Hombre como la medida de todas las cosas”. Eso implicaba la inexistencia, en términos absolutos, del bien y del mal, de lo justo o lo injusto, que tan solo serían una percepción social y personal. 

Su discurso, fundamentado siempre en el empleo de la razón y la argumentación frente al enfrentamiento físico y los principios basados en la fe, pusieron en su contra a los sectores más conservadores de la sociedad y, en especial, a todos los estamentos religiosos.

El cristianismo, cuyos dogmas raramente podían afrontar el minucioso examen racional de los sofistas, los condenó sin paliativos, y es el responsable final de la visión de los mismos que ha llegado hasta nosotros.

Tenemos, además, este mes dos monográficos, uno de la revista Arqueología e Historia, de Despeta Ferro, y otro de la propia HNG. Aunque coinciden en hablar de Roma, esto es, prácticamente, lo único que tiene en común, dado que tanto los temas elegidos como la forma en que los abordan son completamente diferentes.

Si el valor que tiene un trabajo de divulgación se puede medir por el interés que despiertan en nosotros sus contenidos, el tratamiento que hace de los mismos y el rigor con el que consideramos que han sido elaborados; el número actual de Arqueología e Historia resulta sobresaliente.

Todos los artículos que contiene son de gran calidad, pero yo no puedo evitar destacar dos, básicamente porque tocan temas que, como suele decirse, “me dan por donde me duele”. El primero es la relación entre la política y el dinero en la Roma republicana, elaborado por Francisco Pino Polo, y que usa como ejemplo el caso de Cicerón. Una excelente demostración de buen empleo de las fuentes. 

El segundo trata de los perdedores en la carrera por el enriquecimiento, y está firmado por Marta García Morcillo, una autora que ya conocía por su excelente trabajo “Las ventas por subasta en el mundo romano: la esfera privada”. Incidiendo en el mismo tema, consigue un articulo completo y fácil de leer pese a lo arduo que puede resultar en ocasiones todo lo relacionado con la economía. Sus explicaciones sobre las sucesivas crisis económicas romanas y las medidas adoptadas para paliarlas resultarán muy útiles para quienes quieran tener una visión global del mundo en ese periodo… y en la actualidad.

Por su parte, el especial de HNG dedicado a la Roma Imperial, aunque en realidad se centra en la dinastía Julio-Claudia, consiste en un recopilatorio sobre diversos aspectos de este periodo, realizado, en mi opinión, sin especial interés. Una muestra, entre muchas, de ello es cómo, para ilustrar las reformas urbanísticas de Augusto, utilizan la típica reconstrucción de Roma en el siglo V, en el que podemos encontrar señalados edificios tales como las Termas de Trajano o el Arco de Constantino, mientras que muchos de los realmente levantados por Octavio ya habían desaparecido. En resumen, no vale, ni mucho menos, los 10 euros que cuesta.

Disfrutar leyendo.