La presencia de la Antigüedad en las revistas de historia de este mes queda constreñida a dos únicas publicaciones, Historia National Geographic, como casi siempre, y un especial de Clío sobre la Grecia clásica. Aun así, lo reducido del número queda compensado, en parte, por la calidad de los temas tratados y el abundante espacio que ocupan.
H.N.G. nos cuenta la historia de Espartaco, con realismo alejado de tópicos cinematográficos y televisivos, y el mítico viaje de Eneas desde su destruida patria troyana hasta las tierras del Lacio.
Probablemente ninguna de estas narraciones hubiera llegado hasta nosotros sin la intervención de Mecenas, uno de los personajes más singulares del inicio de nuestra era y, en la modesta opinión del que esto escribe, quien tuvo mayor influencia en la creación de la literatura, del pensamiento y, por tanto, de la cultura occidental.
Pero mi reportaje favorito es el dedicado a la invención –mejor sería decir evolución- del alfabeto. A los múltiples puristas de la lengua escrita, beatos adoradores de una religión pagana basada en la supuesta inalterabilidad de la gramática y la ortografía, les convendría leer este artículo para saber que esas idolatradas normas, fueron creadas por quienes, justamente, decidieron en su día violar las que entonces imperaban para crear unas nuevas, más prácticas y acordes con la realidad en que vivían.
La ciudad nabatea de Hegra, en Arabia Saudí, recientemente reabierta al público y a los arqueólogos por las autoridades religiosas de ese país, completa la oferta de esta revista.
El especial de Clío se propone la nada despreciable tarea de resumir la historia de Grecia en 10 artículos, los mejores de los publicados por la revista.
Maratón, Creta, La Acrópolis, Rodas, Safo, Pericles… ¿Con cuál quedarse? Quizás con el dedicado a las tiranías, para saber qué eran y de dónde procede la palabra que hoy tanto utilizamos, y con el intento de comprender el secreto que hizo tan singular a esta civilización, que es la nuestra, la de todos.
Varios de los reportajes aparecen englobados en una fabulosa ruta que nos proponen recorrer para encontrarnos con la historia que respira cada uno de los rincones de esta tierra. Las excelentes ilustraciones que acompañan toda la publicación impulsan a soñar con esos lugares bañados por el sol y por un mar que, aún hoy, parece llamar a la aventura.
A aquellos que tengáis la cuenta corriente en un estado similar a la mía no os aconsejo revisar a continuación vuestro saldo on-line. El despertar puede ser demasiado duro.
Un saludo y disfrutar leyendo.
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