El juego, una pasión muy romana |
En cuanto a Roma, Santiago Posteguillo nos habla de Domiciano, el odiado, otro autócrata cuyo reinado estuvo dominado por el miedo: el miedo del tirano a sus súbditos, el miedo de estos al tirano. Una vía de escape siempre ha sido el juego, y en Roma se jugaba y mucho. Desde las tabernas y burdeles hasta el palacio imperial, ni prohibiciones, ni trampas, ni pérdidas de patrimonios detenían a los romanos a la hora de practicar uno de su pasatiempos favoritos.
Especialmente interesante resulta el artículo sobre Carteia, la colonia romana que en su día dominó el estrecho de Gibraltar.
Desperta Ferro dedica un número especial a los mercenarios en el mundo antiguo. Mucho tema.
Clío nos habla de Túnez, el oasis romano en el norte de África. Historia de Iberia Vieja nos recuerda la importancia de Averroes y otros filósofos hispano-musulmanes en la conservación y trasmisión de la cultura greco-romana.
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