"A Legionary´s Life" es un juego muy original en su planteamiento, alejado de la gran épica de conquista y gestión de otros juegos sobre Roma, porque nos pone en la piel de un legionario de la II Guerra Púnica y las Guerras Macedónicas, que solo pretende sobrevivir y alcanzar el retiro con algo de fortuna en los bolsillos.
No hay más en su mecánica que jornadas de instrucción, salidas peligrosas a por suministros, escaramuzas, mercadeo, hacer la pelota al centurión, jugar con tus colegas y, cuando toca, participar y salir vivo de algunas de las grandes batallas de la Historia.
En un ambiente retro, que recuerda a los juegos de los 90, al principio de la partida te ofrecen un personaje, con puntos en diferentes habilidades. Puedes escoger otra tirada de puntos para cambiarlos y hacerlos más desparejos. Mi recomendación es tener un buen número en Strength (fuerza) y Endurance (Resistencia), porque las vas a necesitar en combate. Tampoco estaría mal un poco de Carisma para ser mejor valorado por el centurión y tus compañeros.
Eligiendo a tu legionario |
Luego ya te meten en el campamento de tu legión, allá por el 209 a.C, bajo las órdenes de Escipión, que está en Hispania, donde deberás tener ojo para dos cosas: la moral y la virtud. La moral ya se explica ella misma, pero la virtud te da mayores opciones de conversación en el juego, que favorecen el aumento de tus habilidades.
Sin embargo, una virtud alta produce eventos que bajan tu moral, porque la guerra es perra rabiosa y no gusta de los virtuosos de buen corazón. Además, una baja virtud te permite menores escrúpulos y mayor botín después de las batallas y asedios. Así que debes escoger entre ser un feliz saqueador o ir de buen tipo. Cada parte tiene sus ventajas, aunque la experiencia me dice que ser inmoral tiene mejor futuro en el ejército romano.
Sin embargo, una virtud alta produce eventos que bajan tu moral, porque la guerra es perra rabiosa y no gusta de los virtuosos de buen corazón. Además, una baja virtud te permite menores escrúpulos y mayor botín después de las batallas y asedios. Así que debes escoger entre ser un feliz saqueador o ir de buen tipo. Cada parte tiene sus ventajas, aunque la experiencia me dice que ser inmoral tiene mejor futuro en el ejército romano.
El campamento con sus opciones y opiniones |
También hay que cuidar la relación con el resto de la tropa, que permite la mejora de tus habilidades, y con el centurión, que te puede promocionar y, quién sabe, hasta puedes llegar a ser uno de ellos. La opinión del procónsul solo se puede cambiar mediante eventos que surjan, y son escasos, que no dejas de ser un simple legionario y los aristócratas te ven como poco más que un insecto.
Hay varias cosas que podrás hacer para mejorar y sobrevivir, aparte de los eventos que te surjan, como salir a por forraje y jugar con tus compañeros, sin olvidarse de comprar mejores armas y armadura cuando tengas dinero tras un buen botín.
Nuestro equipo, que podemos ir mejorando, si tenemos sextercios
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Pero el gran momento es cuando toca combatir y jugarse la vida, que para algo eres un legionario del montón.
El combate está muy estudiado, es sencillo pero es realista, dentro de las limitaciones de un juego. Es por turnos y puede ser de dos clases, según la situación: de resistencia o por tiempo. El de resistencia dura varios turnos contra enemigos infinitos, mientras que el combate por tiempo son peleas contra una cantidad finita de enemigos y si los vences rápidamente ganas opinión y moral, pero si tardas demasiado pierdes opinión y moral.
En las peleas de resistencia, que suelen ser batallas, según pasa el tiempo de combate, por el turno 20, el centurión rotará la línea y el enemigo será reemplazado por uno nuevo, pero tú recuperaras la “stance” (postura), aunque con un nivel mayor de fatiga.
Si te ascienden a centurión, puedes saltarte la rotación y ganar opinión y moral, pero tu enemigo seguirá siendo reemplazado. O puedes continuar y rotar, pero perderás opinión y moral, porque un centurión debe siempre esforzarse ante sus hombres.
Si te ascienden a centurión, puedes saltarte la rotación y ganar opinión y moral, pero tu enemigo seguirá siendo reemplazado. O puedes continuar y rotar, pero perderás opinión y moral, porque un centurión debe siempre esforzarse ante sus hombres.
Así , de batalla en escaramuza.decidiendo cuestiones que te presenta el juego, te ves participando en la toma de Carthago Nova, en la batalla de Zama y luego contra los macedonios en Cinoscéfalas. Siempre y cuando no la palmes en una simple escaramuza contra unos exploradores númidas en un valle cualquiera.
Porque si mueres, se acabó la alegría. Al Averno contigo, miserable legionario, y a empezar todo de nuevo con otro personaje. Aquí no hay vidas extra. Solo la tuya y pertenece a tu centurión.
Aunque, si sobrevives a tu vida legionaria, puede que llegues a un cargo alto, quién sabe, puede que hasta ser primo centurio, con una larga lista de condecoraciones en tu historial... y otra larga lista de enemigos muertos. Roma siempre honra a sus guerreros... a los que sobreviven, claro.
Y lo mejor de todo. ¡Vale menos de 7 euros!
Os dejo con el trailer del juego:
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