Agressors: Ancient Rome es el primer juego hecho por Kubat
Software, una empresa checa que ha decidido meterse en el mundo de los juegos
estratégicos, y es editado por Slitherine/Matrix, la empresa especializada en
wargames con más pedigrí del mercado, que de vez en cuando también saca algún
4X, como éste.
Porque Agressors es un 4X, no un wargame, aunque se centre
en lo militar. Su principal inspiración es la famosa saga Civilization. Así que
ya sabemos que jugaremos por turnos, deberemos mover figuritas por el mapa que
representan ejércitos y trabajadores, fundar ciudades para expandirnos y hacer
tratados diplomáticos o machacar a nuestros rivales.
El mapa es muy Civ |
La diferencia más notable con su juego inspirador es que se
centra solo en la Antigüedad, con un mapa de la zona mediterránea donde la
ausencia de Mesopotamia es todo un error, en mi opinión. Empiezas en el año 276
a.C. y hay 20 facciones a elegir, pero si quieres tener posibilidades de ganar,
deberás escoger Roma, Cartago, Egipto o el imperio Seleúcida, que parten como
potencias y con mucho ya hecho.
Peca de cierta abstracción, porque cada facción tiene su
propia economía, población y territorio de origen, pero le falta la
caracterización de los “civ”. Las unidades son muy semejantes en cada facción.
Solo hay cierta diferencia en las unidades militares, pero no mucha.
Ejército de hoplitas con sus cositas |
Se puede hacer uso de los más de diez acuerdos diplomáticos
disponibles, incluida la posibilidad de formar Federaciones y Confederaciones,
así como atraer a las naciones y provincias en tu Esfera de Influencia, pero lo
que importa, en verdad, son la expansión a través de tus unidades militares.
Si el aspecto civil es ligero, el militar está muy logrado. La
moral de los ejércitos y el sistema de suministro son cruciales y deben
considerarse antes de cualquier batalla. Es bastante realista y con detalles
muy buenos. Por ejemplo, si reclutas tropas en ciudades recién conquistadas
perjudicas la moral de tu ejército y favoreces que la ciudad se rebele. Por
otra parte, los ejércitos no pueden andar libremente por el mapa o se quedan
sin suministros y debes tener cuidado en tener con moral a tus hombrecitos,
porque si no pueden enfadarse y ya tienes motín al canto. Además, van ganando
experiencia y puedes especializar sus rasgos. Sin embargo, y en mi opinión un
fallo gordo, no puedes combinar unidades
en un mismo ejército.
Dos ejércitos en plena faena |
Pantalla de Diplomacia. |
Por supuesto, tiene un árbol tecnológico diferenciado (poco)
y de gran tamaño (bastante) según la facción que elijas. Cada tecnología
requiere un cierto número de puntos de conocimiento. Si se tiene cantidades
excesivas de recursos de conocimiento, puede incluso acelerarse el tiempo
necesario para la investigación.
Hay también un grupo de decisiones que se pueden elegir a
nivel estatal que, por desgracia, no me resultan muy diferentes entre las
facciones y las hacen parecer muy semejantes. Son soluciones que pueden frenar situaciones
peligrosas, pero su tasa de éxito es difícil de predecir y tendrás que tener fe
si decides usarlas: reforma militar, confiscar propiedades….
Pantalla de Decisiones |
Las ciudades se pueden especializar en civiles o militares,
pero no hay una lista de edificios para construir en ellas. Estos son pocos y
suelen colocarse en el mapa para influir de alguna manera. Por ejemplo, la
herrería aumenta la producción de la ciudad cercana y si la conectas por
carretera a una mina de hierro se multiplica el bonus.
Por ciudades que no quede |
En definitiva, es un buen juego. No es una obra original y la Antigüedad se nos
muestra de un modo bastante abstracto, pero mezcla buenos ingredientes para
hacer un 4x aceptable y entretenido, al que los mods darán mucha vida.
Les dejo con un gameplay en español:
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