martes, 3 de septiembre de 2013

Personaje secreto



El verano es un tiempo de relajación y asueto. Para amenizar los largos días estivales, durante el mes de agosto llevamos a cabo un juego de pistas que conducen a un personaje secreto. Las pistas se fueron publicando en la cuenta de la revista Stilus en Facebook cada lunes, miércoles y viernes. Dado que muchos de nuestros seguidores estuvieron de vacaciones ese mes, recuperamos el juego para los que se lo perdieron. ¿Sois capaces de adivinar quién se esconde tras este perfil?
A continuación encontraréis las 13 pistas en negrita, junto al párrafo concreto de la fuente de donde proceden. Estas citas textuales se omitieron durante el concurso para evitar la búsqueda de la solución en Internet:

  • Los autores clásicos resaltan su carácter previsor y la capacidad para dominarse.
Además de poseer un cuerpo que resultaba de la naturaleza y el entrenamiento, era todavía mejor en sus poderes mentales. Era rápido para planear y llevar a término cualquier cosa que fuese necesaria, pues no sólo sabía qué se debía hacer, sino que también entendía cuál era el momento oportuno para hacerlo (Dión Casio, Hist. XXII, 73).
  • Inteligente: sabía hacerse el listo cuando la ocasión lo requería (a pesar de que no tuviese ni idea de lo que se estaba tratando) o fingía ignorar las cosas más obvias.
Capaz también de fingir conocimiento de lo más recóndito e ignorancia de lo más evidente (Diodoro de Sicilia, Bibl. Hist. XXXIII).
  • Da idea de su austeridad el hecho de que se proclamaba satisfecho con cualquier cosa que encontrase a mano para comer. 
Era indiferente al calor o al frío y nunca se vio molesto por el hambre o por cualquier otra privación; pues satisfacía todas sus necesidades con cualquier cosa que encontrase a mano (Dión Casio, Hist. XXII, 73).
  • Era modelo de justicia para Cicerón, quien lo tildó de ecuánime. 
Y de esta manera, por su equidad y justicia en el reparto del botín obtuvieron un gran poder no sólo Bardilis, bandolero ilirio, sino también y mucho mayor –––––––––– (Cicerón, Offi. 2, 40).
  • Reveses varios le llevaron a matizar sus opiniones sobre el enemigo, al que despreció durante buena parte de su vida. 
Después de esto, ---------------- no despreciaba ya al enemigo como antes (Apiano, Iber. 6, 12)
  • La fortuna se puso de su parte al lograr escapar con vida de la trampa urdida por uno de los hombres más ricos de Roma. 
Confiados en estas promesas, abandonaron sus lugares habituales y se reunieron en donde les ordenó. [El general] los dividió en tres grupos [...] y tan pronto llegó la primera sección les mandó que, como amigos que eran depusieran las armas. Y una vez que lo hubieron hecho, los rodeó con una zanja y, después de enviar a algunos soldados con espadas, los mató en medio del lamento general y las invocaciones a los nombres de los dioses y a las garantías dadas [...]. Sin embargo, unos pocos escaparon, entre los que estaba ------------ [...]. Entonces, [el general] distribuyó una parte pequeña del botín entre el ejército y otra parte pequeña entre sus amigos, y se quedó con el resto, pese a que ya era casi el hombre más rico de Roma" (Apiano, Iber. 6, 11).
  • Un amante de la guerra por sí misma, no por las riquezas ni el poder.  
Él llevaba adelante la guerra no por la búsqueda de ganancias personales o de poder o movido por la ira, sino por el placer de las hazañas de la guerra en sí mismas (Dión Casio, Hist. XXII, 78).
  • Si había botín tras la batalla, nunca tomaba una parte mejor en el reparto del botín. Y de lo que le tocaba solía tomar algo para recompensar a los más valientes en el combate o ayudar a los más necesitados. 
En el reparto del botín no tomaba nunca una parte mejor que los otros; y de lo que tomana, u obsequiaba a los que más se distinguían o subvenía a las necesidades de los soldados (Dión Casio, Hist., XXII, 78).
  • Iba siempre equipado para la acción. Dormía poco y, en muchas ocasiones, con la coraza puesta y las armas a mano para estar preparado para cualquier cosa nada más despertarse. 
Dormía poco por sus cuidados y fatigas; y aún las más de las veces dormía con armas para estar dispuesto a todo al momento de despertarse (Apiano, Iber. 6, 12)
  • Tanta fue su gloria que, a su muerte, los soldados marcharon en formación entonando sus hazañas y se celebraron muchos combates gladiatorios. 
Celebraron un certamen en el que compitieron doscientas parejas de gladiadores [...]. Se inmolaron muchas víctimas, mientras que los soldados, tanto los de infantería como los de caballería, corrían en formación alrededor de la pira con sus armas y entonando sus glorias al modo bárbaro (Apiano, Iber, 6, 12).
  • A pesar de contar con un ejército muy heterogéneo, fue capaz de mantener siempre el orden en sus filas. 
Durante los once años que duró su primación sobre los lusitanos, no sólo permanecieron sus tropas sin la menor sedición, sino también casi invencibles (Diodoro de Sicilia, Bibl. Hist. XXXIII).
  • No se dejaba vencer por el desaliento. Le nombraron amigo del pueblo romano tras dar la vuelta a una batalla que tenía casi perdida. 
Parecía que su fin estaba cerca cuando Serviliano consiguió acorralarle junto a la ciudad de Erisana, pero una estratagema hizo cambiar la situación y las tropas romanas quedaron atrapadas en el desfiladero [...]. Entonces se entablaron negociaciones con  Serviliano para firmar un tratado de paz [...]. Lo más sorprendente es que el tratado fue ratificado por el Senado, que le otorgó el título de amicus populi romani, reconociéndole incluso como rey. (Mauricio Pastor)
  • Odiado por el Senado, varios amigos se le tiraron al cuello cuando presintieron que su estrella empezaba a declinar.
Los cómplices entraron en su tienda como llevados por algún asunto urgente y le asesinaron en el cuello, único lugar del cuerpo que ofrecía al descubierto (Apiano, Iber. 6).




La prueba no es fácil, pues muchas figuras históricas podrían encajar en estas características. Aunque la primera respuesta a la pista inicial parecía apuntar hacia Octavio Augusto, las sucesivas pistas, relativas a la personalidad del misterioso protagonista, llevaron a los concursantes hacia los austeros romanos de la República: Marco Porcio Catón y su bisnieto, Catón de Útica; Publio Cornelio Escipión; Cayo Mario; Cayo Aurelio Cotta e incluso César.

Poco a poco los indicios fueron acotando la búsqueda y, finalmente, con la pista relativa a cómo nuestro personaje eludió una trampa mortal en su juventud, uno de los participantes empezó a verlo claro. Si vosotros también queréis cercioraros, una última pincelada os espera en forma de acróstico: juntad las iniciales de cada una de las iniciales de las 13 pistas y el personaje, estudiado con detenimiento por Mauricio Pastor, queda prácticamente desvelado.

4 comentarios:

  1. Muy bueno el juego, pero la pista de Cicerón hablando de Viriato me dejó descolocado de allí en adelante.
    Un cordial saludo
    René

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    1. Me alegro de que te haya gustado René. Elegí con picardía las pistas para lanzar señuelos... Puse las cosas difíciles y vosotros lo hicisteis muy bien. :)

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  2. Fantástico!!! Que gran juego y que gran personaje de la Historia. Gracias por el buen rato pasado y por el ingenio usado para elaborar tal acertijo.

    Un saludo,

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  3. Si habéis disfrutado del juego y habéis descubierto algo más sobre el personaje no podemos pedir más.

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