No nos podemos quejar este mes los amantes de Mundo Clásico de lo que vamos a encontrar si visitamos un quiosco.
En primer lugar los chicos de Desperta Ferro han sacado a la luz el segundo número de su revista Arqueología e Historia, dedicado a, no lo puedo negar, uno de mis temas favoritos: los bajos fondos de Roma.
En un trabajo más que notable, nos van desgranando en diversos artículos cómo era la vida de aquellos romanos que no eran ricos ni nobles, es decir; del 99 % de la población, esa de la que, hasta ahora, apenas se han ocupado los historiadores. De su mano pasearemos por calles abarrotadas, tratando de eludir a los ladrones, evitando, si es de día, ser arrollados por la multitud y escondiéndonos, si es de noche, de todo tipo de asaltantes. Mucho cuidado, en especial, con no cruzarse en el camino de las bandas de jóvenes ricos y borrachos buscando bronca, sobre todo si uno de ellos suele vestir de púrpura durante el día ;)
Las protestas políticas también eran lago común, y podían terminar, si no eran atendidas, en violentos motines, tan frecuentes como escasamente documentados por unos cronistas pertenecientes a las clases altas y contrarios a conceder a la plebe la más mínima relevancia política.
Pero aún así merecía la pena arriesgarse si querías beber en cualquiera de las múltiples tabernas que poblaban la urbe, disfrutar de sus burdeles o apostar en uno de tantos garitos. Quizás, si tenías suerte, podrías cruzarte con algún gladiador famoso, rodeado por cohortes de admiradores y… admiradoras, acudir a las emocionantísimas carreras de carros en el circo o montar bulla durante alguna representación en el Teatro Balbo.
Cansado por tantas emociones, volverás a casa en tu bloque de apartamentos, y no creo que a nadie le extrañe descubrir que la residencia que te vas a encontrar dependerá de tus recursos económicos: desde solidos edificios dotados de múltiples comodidades a chamizos infectos que se pueden, en cualquier momento, venir abajo.
Como siempre en esta revista, las ilustraciones son magníficas y se esfuerzan por ofrecernos mapas en los que ubicar los lugares y hechos de los que nos hablan. Un trabajo espléndido, al que se le pueden poner, sin embargo, tres objeciones. La primera, de la que son plenamente conscientes y que se esfuerzan en aclarar, es la dificultad que supone hablar de “Roma” como algo único cuando nos estamos refiriendo a una ciudad que evolucionó continuamente a lo largo de cientos de años. La segunda deriva del condicionante cultural de los historiadores… y de todos nosotros, pertenecientes al mundo occidental de finales del siglo veinte y principios del veintiuno: llega resultar hasta divertido ver como se esfuerzan, dado que son conscientes de las dificultades de combatir el crimen y permitir la coexistencia en una megalópolis como aquella, en buscar un cuerpo policial al uso que se ocupase de tales menesteres, y el desconcierto final por no encontrarlo, olvidando que existen otras formas de orden que son las que, de hecho, han permitido la convivencia urbana hasta el pasado siglo, y aún la garantizan para buena parte de la población mundial. Si estas dos pequeñas pegas no son responsabilidad de la revista, la última sí lo es: el precio, siete euros, no apto para todos los bolsillos. ¿Los vale?, la respuesta, sin lugar a dudas, es sí.
Historia National Geographic no falta ningún mes a su cita con la Antigüedad, y este no podía ser una excepción. La leyenda —y la historia— de la fundación de Cartago ocupan su primer tema; luego Pericles, el hombre que controló y dio forma a la naciente democracia ateniense y, en muchos sentidos, el primer político moderno.
Del Muro de Adriano, su historia sus características y sus consecuencias, se ocupa otro de los artículos principales de la revista. Solo destacar que el entusiasmo del autor por la figura y la obra de este emperador no es compartido por todos, incluido quien escribe esto.
Por último la Domus Aurea, el gran palacio de Nerón. Fue enterrado casi intacto por su sucesores, como una cápsula del tiempo, y esto permitió que, cuando fue descubierto en 1480, sus extraordinarias pinturas inspiraran a los artistas del Renacimiento y, a través de ellos, a todo el arte del mundo occidental.
Historia y Vida contiene un muy apreciable artículo dedicado, precisamente, a Nerón y su… ¿Leyenda Negra?, así como un estudio sobre los castros y su origen. Pero, aunque se aleje, en parte, del mundo antiguo, me parece especialmente destacable un interesantísimo reportaje sobre cómo cambió Europa la peste (mejor sería hablar de “las pestes”), un tema que, al menos a mí, siempre me ha apasionado y sobre el que aún se necesitan muchísimos estudios.
Clío dedica su portada y buena parte de su contenido a Mesopotamia, la cuna de la civilización, por más que ahora, un grupo de tarados asesinos retrasados culturales se empeñen en hacer desaparecer su grandioso legado. Otro de los temas principales nos explica que tanto los nazis como los comunistas quisieron ver en Esparta un origen y una justificación para sus teorías, demostrando que, puestos a interpretar la historia a su manera, cualquiera puede afirmar haber encontrado en ella argumentos para sostener no importa que idea.
También nos habla de los reyes de Tracia y sus espectaculares tumbas, del sexo en Roma y de la supuesta propensión genética de César a padecer apoplejía, la misteriosa enfermedad que, según esta teoría, le acompañó durante toda su vida.
Historia y Vida, por su parte, nos ofrece un artículo sobre las tumbas reales de Ur, y Vive la Historia otro acerca del Oráculo de Delfos.
Disfrutar leyendo.
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