miércoles, 2 de agosto de 2017

Gorgo, princesa de Esparta


Lena Headey, la Gorgo de 300, antes de irse a Westeros


 En la antigua Grecia ser una mujer era una condena de por vida a estar sometida a los varones y sus desvaríos. A menos que fueras una mujer de Esparta, donde ser mujer era un suplicio menor y conllevaba una mayor libertad, aunque fuese a cambio de hacerte la chica dura. Además, si eras princesa y tenías carácter, podías convertirte en toda una leyenda, como Gorgo.