martes, 22 de mayo de 2018

Aureliano, o los peligros de ser un héroe (II)


Mientras los medios de comunicación nos muestran a diario las miserias de nuestros dirigentes, incluso las de aquellos que se postulan como paladines de la honradez y la justicia, muchos se preguntan; ¿no habrá un líder no solo auténticamente honesto, si no con el valor de enfrentarse a tanto oportunista y sinvergüenza? ¿Queda algún verdadero héroe? Quizás para consolarnos, los estudios de cine nos ofrecen una interminable sucesión de héroes e incluso superhéroes de ficción, un genero por el que, lo reconozco, nunca he sentido la menor inclinación. El único superhéroe que logró despertar mi simpatía fue ese Super Man que ahogaba sus penas en güisqui en un bar de mala muerte y al que, para colmo, el resto de los parroquianos terminaba propinando una soberana paliza. Eso no significa que no hayan existido campeones del valor y la honradez, genuinos héroes, si bien siempre fueron rara avis. En alguna otra ocasión  ya os hemos hablado de ellos, y ahora os presentamos a otro de sus ejemplos más destacados. 
Aureliano 

miércoles, 9 de mayo de 2018

El origen de los gladiadores retiarios y pontarios


Autor: Alfonso Mañas
Miembro del grupo de investigación CTS-545 (área de Historia del Deporte) de la Universidad de Granada 
Consejero Editorial de The International Journal of the History of Sport


El retiarius era el gladiador que luchaba con el tridente (y con la red, aunque no siempre), y por ello es el que hoy resulta más fácilmente reconocible para la mayoría de la gente.

Retiarius. Lucerna del siglo I
Por otro lado, los gladiadores pontarii luchaban en una modalidad de combate gladiatorio en el que uno o varios retiarii se enfrentaban, sobre una especie de estrado que simulaba un puente, a un número superior de gladiadores contrincantes. En latín puente se decía pons, de ahí que los gladiadores que luchaban en este tipo de combate de puente fueran llamados pontarii.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Domina, a tajo limpio


 Se presenta como un espectáculo de violencia y codicia. Y no miente, lo es y mucho, no te paras a descansar entre chorrazos de sangre y gemidos guturales. Domina no defrauda si buscas desahogarte viendo matanzas sangrientas en 8 bits.