Historia National Geographic reúne, una vez más, la mayoría de los artículos sobre historia antigua de las revistas de este mes.
En portada, los dioses de Petra, la joya nabatea en el desierto. Luego la vida de Marco Licinio Craso: el prófugo en Hispania; el inventor del “pelotazo” inmobiliario (“gracias”, chaval); el multimillonario avaro; el matador de esclavos; el triunviro; el primero en descubrir, en Carras, los límites del imperio romano.
Y hablando de esos límites, el Ara Pacis Augustae. Un extraordinario monumento levantado para conmemorar la paz y la prosperidad que, según su fundador, el régimen de Cayo Octavio Turino había traído a Roma.
Si mencionamos Esparta, todos pensamos en temibles guerreros de capa escarlata, tan duros de cuerpo como de espíritu. Pero para que aquellas máquinas bélicas pudieran existir, necesitaban quien los mantuviera: sus esclavos, los ilotas. Se trataba de otro pueblo griego, conquistado hacía tiempo, al que los espartiatas sometían a un trato brutal, premeditadamente degradante, llegando su vesania al extremo de obligarles a participar en sus guerras y luego ejecutar a aquellos que más se habían destacado en combate, por temor a que pudieran encabezar una rebelión. Porque la relación entre ambos grupos estuvo siempre regida por el temor; el temor que los espartiatas sentían a que sus esclavos se sublevaran, cosa que intentaron una y otra vez; el temor que se esforzaban en inculcarles para que aceptaran su condición.
Pero a mí, al menos, me llama la atención otro artículo, mucho más breve, de apenas una página, que nos habla de los nuevos métodos desarrollados para permitirnos leer los cientos de libros, desgraciadamente carbonizados, atesorados en la llamada Villa de los Papiros de Herculano. Un verdadero tesoro que, ojalá, algún día pueda ver la luz.
Vive la Historia tampoco escatima este mes en temas sobre el Mundo Clásico. Primero nos cuenta cómo se forja un imperio, y, lógicamente, menciona a muchos viejos conocidos: Alejandro Magno, Roma, Asiria y Persia. Otro de sus reportajes se centra en las civilizaciones perdidas, y por él vuelve a desfilar Asiria, acompañada en esta ocasión por los hititas, los minoicos, etruscos y fenicios.
Destaca especialmente su enumeración de las diez disciplinas con las que Grecia cambió el mundo: organización y estrategia militar, arquitectura, política, medicina, arte, deporte, literatura, educación, matemáticas y filosofía. Muy recomendable. Pero a mí, particularmente, me ha interesado más otra decena; los diez personajes más despreciables de la antigua Roma. Entre ellos nuestros lectores podrán encontrar a viejos conocidos, y, sin duda, echaran en falta a algunos otros. Y es que la antigüedad estuvo tan sobrada de canallas como… cualquier otra época.
Por último, la Aventura de la Historia nos habla del descubrimiento… y la invención, del palacio de Cnosos por Sr. Arthur Evans.
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