jueves, 9 de enero de 2025

Megistias, adivino

 


Una mañana de agosto o septiembre del 480 a.C., un adivino griego consultó las entrañas de las víctimas sacrificadas a los dioses, en busca de señales divinas sobre el porvenir, y los dioses, con su indiferencia habitual, le revelaron que ese mismo día iba a morir. El adivino ya lo suponía, pero mejor que te lo confirmen desde arriba.