viernes, 3 de noviembre de 2017

Field of Glory II



 Los juegos tácticos por turnos sobre la Antigüedad al fin tienen un digno representante. Buenos gráficos, muchos y variados ejércitos a elegir, una excelente inteligencia artificial para sumergirte en las batallas de la Antigüedad y un estilo propio característico. Pelea con soldados de plomo animados en enormes batallas o pequeñas escaramuzas, participa en campañas o hazlas tú mismo. Sé César en la Galia o Mitrídates dando estopa por el Ponto. Así es Field of Glory II.


 Este juego es el sucesor del Field of Glory, sacado hace años por la misma empresa, Matrix Games, y que tuvo mucho éxito y bastantes expansiones. No era más que la traducción a ordenador de una serie de juegos de figuras muy conocida por los wargameros. Buscaron mantener ese ambiente de juego de soldaditos de plomo y sus gráficos eran, por tanto, como una batalla de figuras sobre un tapete. Pero la mecánica y las reglas eran estupendas. Lo que no dejaba de ser original y un desafío a  los Total War, de gráficos de última generación pero de mecánicas simples. Sobre todo, era un juego que destacaba en las batallas multijugador. Con un sistema propio, muy ágil y rápido, que permitía jugar varias batallas a la vez.

Una gran batalla

 Han pasado los años y la gente exige más calidad y una IA más competente para cuando se batalla solo. Se necesitaba una evolución del primer Field of Glory y fue desarrollada para Matrix por los chicos Byzantine Games, especializados en juegos tácticos y creadores de éxitos como Pike&Shot y Sengoku Jidai.


¡Elefantes!

Este nuevo Field of Glory bebe mucho de esos juegos en el aspecto gráfico y mecánica. El escenario de batalla se divide en cuadrados (amantes de los hexágonos, ¡no lloréis!), donde movemos nuestras tropas, divididas en unidades animadas, mediante turnos sucesivos de cada jugador. Hay 48 naciones a escoger, cada una con su lista de unidades, que van desde el año 280 al 25 a.C. Aunque algunas listas son pequeñas y no tienen mucho donde elegir.  Es evidente que el juego tendrá expansiones en el futuro con más unidades y ejércitos de otras épocas. Ya escuché a un pajarito que hay pensada una de griegos y persas.

Eligiendo campaña

Podemos elegir entre cuatro campañas históricas (Pirro, Aníbal, César y Mitrídates) o hacer una campaña “sandbox”, a nuestro aire, escogiendo una nación cualquiera.  La campaña no es más que una serie de batallas encadenadas, pero que pueden variar según los resultados y las opciones que escojamos.  También hay una buena lista de batallas históricas y la posibilidad de crear batallas personalizadas a nuestro gusto. La variedad de opciones es inmensa.

Batallas para pelear o crear a tu gusto

 Las batallas en si son muy tácticas, con diferentes opciones para el jugador según las unidades que tenga. Cada soldado de una unidad representa a otros 60, que forman en líneas y columnas que se van debilitando y reduciendo según mueren en combate. Por ejemplo, una cohorte romana son 8 soldados en dos líneas de 4 (480 hombres). Esto hace que las grandes batallas sean más manejables y claras, sin miles de figuras moviéndose por el escenario. No es tan vistoso como un Total War, pero sí más cómodo e igual de emocionante. Cuando ves como muere un soldado, cayendo al suelo, sabes que otros 59 lo hacen y se siente mucho más, os lo aseguro.

Los escenarios están muy cuidados

Tus unidades pueden desorganizarse, fragmentarse y finalmente romperse saliendo en huida, desorganizando a las unidades amigas cercanas.  Pero también pueden volver a organizarse y regresar  a la batalla si tu general está cerca y los vuelve a juntar. Por otra parte, tu estupenda línea de batalla se puede romper si a tus unidades les da por perseguir a las enemigas que huyen. No digamos los simpáticos elefantes, que suelen ir a su bola. En fin, no todo es ciencia táctica exacta. A veces, tus soldados pasan de tus órdenes y te la lían parda.

A la rica melé.

 Hay una clara diferencia entre unidades ligeras, medias y pesadas, tanto de infantería como de caballería. Cada una con sus virtudes y defectos. También hay artillería y… oh, sí, ya lo dije… ¡Elefantes! Que son realmente duros, mientras no se vuelvan majaras del todo.

Ya lo dije, pero...¡Elefantes!

 Al final, si derrotas al suficiente porcentaje de enemigos, ganas la batalla, y te aparece una estadística completa de muertos, heridos y capturados en las diferentes clases de tropa.
Se echa de menos la falta de murallas, que impide crear y luchar en asedios, con lo importantes que eran en la Antigüedad, o una mayor variedad de edificios. Esperemos que próximas expansiones arreglen esta carencia.

Batalla en el desierto polvoriento

 Pero donde más brilla el juego es en el multiplayer. Es fácil montar una partida entre dos jugadores, gracias al sistema de multijugador de Matrix/Slitherine. No hay que enviar ningún archivo por correo ni hacer nada raro. Te metes en la sección de multiplayer, eliges batalla o la creas tú mismo y esperas a que alguien la acepte, o si ya tienes un rival, podéis ponerle una contraseña para que solo la juguéis vosotros o quien tenga la clave. Nada más. Si no estás conectado, el sistema te avisa por email si tu contrario ha movido y que te toca.

Los romanos listos para una de sus batallas fratricidas

 Por otra parte, destaca su facilidad para crear escenarios y modificaciones.  En un mes desde su salida, ya hay varias batallas y campañas creadas por jugadores (que se descargan directamente desde el juego) y algunas modificaciones, como el aumento de zoom para ver mejor las miniaturas de los soldados, que están muy cuidadas y son pequeñas obras de arte animado.

Estupendo detallismo

En definitiva, una joya de la táctica por turnos con mucho futuro por delante y una comunidad creciente.

Os dejamos con el trailer del juego:




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